Otra cosa voy a decirte, y es que con tiempo, paciencia, dedicación y deporte todas podemos llegar a ser deseadas por nuestro cuerpo, pero tú nunca podrás llegar a forjarte una personalidad de hierro como la mía, ni un carácter tan fuerte y desgarrador, ni podrás cambiar tu "verdadero yo", ese con el que espantas a todo aquel que te llega a conocer un poquito más...
Te deseo lo mejor, a nadie le deseo algo malo, pero el que ríe último ríe mejor.