Si leo conversaciones muy antiguas me doy cuenta de lo absurdas que son.
En su momento, con la persona adecuada, eran perfectas y maravillosas, porque los dos, y nadie más, las entendía.
Pero hoy no son más que palabras mal colocadas sin sentido alguno.
Aún me hacen sonreir.
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Desahógate escribiendo :)