lunes

Me da mucha rabia que haya gente a las que les de miedo dar un paso hacia delante por miedo. Miedo a estar solos, a equivocarse, a no saber a donde ir, a no saber qué hacer...

Cuando una persona a la que quiero esta sufriendo por algo así, cuando sigue dando vueltas en círculos, incapaz de seguí, incapaz de encontrar una solución válida, lo único que intento es hacerles reír. Hacerles ver su parte positiva de la vida, o de su día, porque siempre hay una parte positiva en todo. 

Puede que no sirva de mucha ayuda, pero no se me ocurre otra manera mejor de ayudar que regalando alegría, locura, sinsentidos, absurdos, risa, entusiasmo desmesurado hacia pequeñas cosas, buen humor, cosquillas, situaciones de risa incontrolable... Porque ni siquiera hay que salir de casa para pasarlo bien, tener la compañía necesaria es suficiente. 

Me alegro de hacer sonreír todos los días a las personas que me rodean, aunque sea de la manera mas estúpida. Te invito a que lo hagas también, es divertido. 

domingo

Domingo a las 3am

Las cosas solo son depende de como las miremos. Míralas positivamente y siempre serán cosas buenas. 


Desde qué te vi no he sido capaz de dejar de mirarte. 

Ni puedo ni quiero. 

Me encanta cuando te ríes y se te achinan los ojos, y dices tanto sin decir nada. 

Me encanta como nos miramos y ninguno de los dos aparta la mirada. 

Me encanta que te haya conocido hace dos días y que parezca que te conozco de siempre. 

Me encanta tu manera de ver las cosas y de expresarlas. 

Me encantas. 

Me encantaría que...

Ayer pasó algo fantástico.

Estabamos haciendo la cena y yo había puesto una lista de reproducción cutre que había hecho la tarde anterior para no morir de aburrimiento mientras estudiaba. No soy ninguna experta en crear ambientes, ni listas de reproducción buenas, pero esta vez sirvió.

De repente empezó a cantar John Mayer y nosotros con él. Es tanta la complicidad que tenemos que sabemos qué va a hacer el otro o qué necesita, entonces la escena fue como de película, fue como si hubiese estado ensayado, sin estarlo.

Sin dejar de cantar, sin decir nada, terminamos de preparar la cena, y mientras nos la comíamos, John Mayer dejó paso a Andres Suarez, y allí estábamos los dos, uno frente al otro, cenando tarareando entre bocados, sintiendo la música cada uno a  su manera, siguiendo el ritmo con el tenedor.

No cruzamos ni una palabra, o quizás si, quizás nos dijimos todo lo que querían decir aquellas canciones. Nos levantamos y limpiamos todo de la misma manera que lo habíamos preparado, sin hablar, medio cantando y medio bailando, y sin molestarnos (cosa difícil en una cocina tan pequeña).

Y lo que quiero decir con todo esto, es que a veces vamos buscando momentos perfectos en sitios perfectos, y muchas veces ocurren solos, en situaciones más que cotidianas, en nuestra propia casa y tenemos que encontrarlos, y por qué no, contarlos, escribirlos para algún día leerlos y recordarlos.