Díficil olvidarte...

Es muy fácil decir: tienes que pasar de él, tienes que conseguir olvidarlo o te seguirás haciendo daño.
Lo sé, toda la teoría me la se de carrerilla, pero ponerlo en práctica no es tan sencillo como parece.
Y no lo es porque cada vez que lo veo vuelan mil mariposas en mi estómago, cada vez que escucho su voz me late el corazón más rápido, cada vez que voy a verle tengo esperanzas tontas, cada día que cabe la más remota posibilidad de que me lo encuentre por la calle o en donde sea me rebano el cerebro para ponerme no guapa, sino justo como a él le gusta, cada vez que me despido de él me arrepiento de no haber sido valiente, cada vez que me sonríe no respondo, cada vez que me mira no quiero que deje de hacerlo nunca, cada vez que me abraza siento que pasaría así el resto de mis días, cada vez que recibo un sms suyo lo leo tantas veces con la misma ilusión de la primera que me lo acabo aprendiendo de memoria, cada vez que veo una foto suya o de los dos siento que no puedo dejar de mirarla...
Comprendes ahora por qué es tan difícil ponerlo en práctica?
IMPOSIBLE OLVIDARTE