sábado

El primer día

Ya sé que no he venido desde hace tiempo, mucho tiempo. Pero no necesito estar aquí para pensar en tí. Me dijiste una vez que la pena de la ausencia se borra ante la memoria de recuerdos felices, ¿cuándo dejarás de faltarme tanto?
Me gustaría continuar con nuestras conversaciones, preguntarte mil cosas, oír tus miles de respuestas, incluso las que te inventabas. También querría sentir tu mano en la mía, ir a tu lado como cuando íbamos a ver bajar la marea adentrarse en alta mar. 

Marc Levy.


Hay días iluminados por pequeñas cosas, por nimiedades que te hacen increíblemente feliz: una sobremesa con risas, un juguete de la infancia que aparece en la estantería de un anticuario, una mano que aprieta la tuya, una llamada que no esperabas, unas palabras dulces, tu hijo que te abraza sin pedir otra cosa que un momento de amor... Hay días iluminados por pequeños momentos de gracia, un aroma que te alegra el alma, un rayo de sol que entra por la ventana, el ruido de un chaparrón cuando estás todavía en la cama, las aceras nevadas o la llegada de la primavera y sus primeros brotes.

Marc Levy.

5 comentarios:

Desahógate escribiendo :)